lunes, diciembre 13

Borndiep

El 10 de diciembre pasado, llegó a Buenos Aires la doctora Rebecca Gomperts, fundadora de la ONG holandesa Women on Waves. Esta ONG promueve el empoderamiento de la mujer a través del ejercicio de sus derechos humanos, específicamente en el tema de salud reproductiva, llamando la atención sobre las consecuencias de un embarazo no deseado y la práctica de abortos clandestinos. Además de otorgar información sobre formas de prevención de embarazos, también ofrece la posibilidad de realizar un aborto de manera segura. Para ello cuenta con una suerte de clínica móvil, un barco que navega por distintos países europeos (hasta ahora), donde el aborto es ilegal o está permitido solo en situaciones donde la vida de la madre corre peligro, y permite que las mujeres que quieren practicarse un aborto puedan contactarlas, conocer sus opciones, y si deciden llevarlo a cabo, lo puedan hacer en condiciones de salubridad dentro del mismo barco, pero en aguas internacionales, donde la ley de sus países no tiene efecto. Hay que resaltar que los abortos en cuestión solo se practican en embarazos de 45 días o menos, pues solo tienen permiso legal holandés para este tipo de prácticas. El método: la ingesta de una píldora que induce al aborto, Mifepristone, y horas más tarde, se suministra otra droga, Misoprostol, que ocasiona contraciones en el útero.
Esta ONG trata, así, un tema controversial, que genera constantes enfrentamientos entre distintos sectores de la sociedad. Acá, en Argentina, el día de la conferencia de la dra. Gomperts, se suscitaron disturbios entre manifestantes antiabortistas. En Argentina, al igual que Perú, la práctica de un aborto no está penalizada, pero tampoco está permitida (con excepciones de caso vida-muerte). Esto implica que los abortos se realizan de manera clandestina, con todo el riesgo que ello implica. En países como Chile, Colombia y Brasil, el aborto es ilegal. Esto es, si se demuestra que una mujer se practicó un aborto, ésta irá a la cárcel.
El debate: ¿hay que priorizar el derecho a la vida de ese ser humano en gestación o hay que priorizar los derechos de la mujer?
Women on Waves no da la vuelta al mundo 'promoviendo el aborto' como muchos sostienen. La práctica de abortos es algo que se da, independientemente de si es o no legal. Es una realidad. Podemos no estar de acuerdo todos con la decisión de una mujer a terminar con la vida de un ser que se gestó dentro de ella. De hecho, yo no estoy de acuerdo. Creo que la vida humana es invaluable. Si alguien me cuenta que está pensando en abortar y me pregunta qué opino, probablemente le hable de la adopción y de que, para la próxima, sexo oral, sexo anal, masturbación o abstinencia, si realmente no quiere hacerse responsable de una vida humana.
Pero esto no implica que tengo derecho a imponer mi opinión a todos. Si alguien queda embarazada y quiere abortar, es su decisión y, aunque el aborto me parezca despreciable, creo que esa mujer debería de tener el derecho de realizar la práctica en condiciones de salubridad. Y de eso se trata Women on Waves. De hacer frente a una realidad. Bueno, la organización no juzga a las mujeres que las buscan, solo las asiste; yo acá me permito ser subjetiva y no puedo evitar soltar mis juicios de valor, aunque sé que no debería.

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