jueves, septiembre 14
Bue-Lim-Bue
Son sus edificios altos como tallos de flores viejas. Altos y rancios, entonces.
Abro los ojos y me veo perdida en esta enredadera de cemento que me protege y me destruye, al mismo tiempo.
Cuando caminaba por Lima, por sus calles, bajo su cielo y entre su gente, me sentía yo parte de un mosaico disparatado; un poco sórdido de un lado, un tanto artificial, del otro, y siempre plano, a pesar de sus edificios, sus noches y sus luces. Lima me hace eso, me confunde y me perturba. Me ahoga.
Buenos Aires aún no pierde su aliento extranjero. Para mí, claro. Para este injerto humano sin cicatrizar. Hay algo entre dulce y triste que se desliza entre estas paredes, más persistente que el humo, más solemne que sus grietas y arabescos.
Buenos Aires nunca está gris. Su cielo azulado ilumina la ciudad, obligándola a brillar, muy a pesar de sí misma, de la nostalgia que escapa por las puertas de sus cafés y de los miles de rostros opacos que deambulan por las calles.
Y a veces siento que Lima es lo contrario, que intenta brillar, con sus verdes parques, sus coloridas comidas, sus edificios nuevecitos y sus balcones restaurados. Y no le sale. Su luz gris envuelve todo, como una mala broma.
Y, nada, seguimos en el limbo.
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Lo dijo Scavenger Bride y le dejaron
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lunes, septiembre 4
adios, agosto..
tengo chanfainita en la cabeza.
me pintaría la cara de blanco y haría de mimo.
pero mejor agarro la wacom y garabateo algo.
el regreso de las noviaventuras
5 sept, un par de aclaraciones:
mi falta de habilidades historietistas hace que algunos de los cuadros sean incomprensibles.
por ejemplo, el segundo cuadro me muestra sentada a la mesa ante una semiesfera que bien podría ser un tazón de sopa volcada sobre la mesa (nótese los fragmentos dispersos), pero en realidad se trata de mi rompecabezas de globo terráqueo a medio armar. acá está la imagen del globo completamente armado.
el siguiente cuadro me muestra hablando por skype, con mi mascarita teatral sonriente y feliz; eso fue "inspiración" (ahora le dicen "homenaje") de la genial Maus, de Art Spiegelman, que he estado leyendo en estos días.
luego, mi prima Mariela me trajo chocolates "besos de moza" y no supe cómo ponerlos tan chiquitos, así que no lo hice.en Argentina se encuentra unos muy parecidos, los traen de Uruguay y se llaman "Ricarditos"; en lugar de galleta traen una oblea redonda como base y el relleno de merengue es un poco más duro (o me vendieron un Ricardote viejo, no sé).
ya.
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Lo dijo Scavenger Bride y le dejaron
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