jueves, julio 28
¡caretas!
Careta: máscara, fingimiento, disimulo. (D.R.A.E.).
Careta es también el equivalente porteño a lo que nosotros, limeños, llamamos "posero".
Hasta hace unas semanas, mantenía el hábito de sentarme aquí todos los jueves temprano con mi taza de café frente al monitor a "hojear" la revista peruana Caretas. Online, eso es.
Lo primero que revisaba era la columna de la China Tudela. Me cagaba de risa un rato y luego revisaba los articulos 'serios'. Un día, me quedé sin mi China. Así no más. Y fue un bajón, empecé a extrañar sus referencias a la Carrot, sus líos con la Jessikah Jesseniah's, sus yo sé que tú me entiendes. Es difícil hacer una sátira con buen pulso, y Rafo León lo hacía bastante bien.
Entonces fue cuando le empecé a tomar cariño a la columna del sr. Augusto Elmore, Lugar Común. El hecho de leerlo a través de la internet hacía que la experiencia se convirtiera en una especie de blog semanal donde el autor comparte breves notas desde España, escritas con el lenguaje informal de una conversación en un café, sin mucho almidón pero correcto, algunas veces excesivo, pero -sobre todo- humano.
Y un día, un mal día, me quedé sin mi lectura de los jueves.
Hace unas tres semanas, Caretas decidió restringir el acceso a su versión online, convirtiéndolo en un sitio pago. Unos meses atrás, había puesto una herramienta en el sitio que te obligaba a registrarte, gratis, para poder revisar la revista. Lo cual era medio molesto, porque había que hacer log in a cada rato, mismo mail antipático que 'unlogs' (¿se 'desloguea'? cierra la sesión) automáticamente a cada rato.
De todos modos, con tal de leer un par de notas más o menos decentes, yo seguía revisando la Caretas.
Pero ahora ya no. Este es el tercer jueves que vuelvo a visitar el sitio de esta revista por si 'de casualidad' se arrepintieron de su decisión (a veces chorreo optimismo, no sé por qué), pero todo sigue igual:
Debajo, aparece el listado de precios de suscripción, 68 dólares anuales y demos gracias porque es una oferta, ya que el precio regular es de 96 dólares.
Ni que fuera un Journal, carajo.
Pues como mi demanda de revistas caretas (ajá, con minúscula) es terriblemente elástica*, yo decidí no consumirla más y buscar alternativas.
Por cierto, felices fiestas patrias.
*La elasticidad de la demanda es un concepto que refiere a la 'susceptibilidad' del consumidor de un producto ante cambios en el precio de este. En este caso, decir que mi demanda de revistas es elástica, implica que los cambios en el precio afectan gravemente (o 'radicalmente') mi decisión de consumirla.
Caso contrario es el de la demanda inelástica, o cuando los cambios en el precio apenas afectan las decisiones de consumo.
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