miércoles, enero 18
Ser o no Ser
Hace DIAS que quiero gritar aquí mi asombro ante la propaganda de productos
light que bombardea al televidente argentino todos los veranos. Todo el año, en realidad. Pero es por estas fechas calurosas que la cosa se pone in-so-por-ta-ble.
Si hay algo que me viene a la mente cuando pienso en la publicidad televisiva argentina es el casi-abuso del humor y el absurdo. Divertido a veces, otras, no tanto. Sin embargo, parece que el segmento dirigido al público de género femenino suele ser, más bien, tan
light como los productos que anuncian. Menos humor y más cabeza hueca. Eso.
En particular, la línea de productos
Ser tiene una estrategia de publicidad bastante agresiva. Por las mañanas, a la hora del desayuno, las propagandas de yogurt, agua saborizada y postres light se repiten como un carrusel lavacerebros. En el caso del yogurt, la propuesta es la imagen de 4 mujeres, amigas, no especialmente lindas sino, digamos, promedio, que comparten sus historias sobre cómo se mantienen fiel a la onda light. Una especie de mini
sex and the city de la dieta. Hay que resaltar el intento de 'humanización' de la consumidora de yogurt light, al mostrar a las protagonistas como mujeres con diversas vulnerabilidades, y no la típica modelito perfectita y regia (algo que también se ve -y de manera más explícita- en las nuevas propagandas de los productos
Dove, con sus no-modelos "rellenitas"). Pero hasta ahí. El contenido de los comerciales del yogurt en cuestión es, por lo menos, preocupante.
Algunos de los spots televisivos se pueden ver en el
sitio mismo. Pero no todos. Y justamente los que encuentro criticables no están disponibles.
Estoy tratando de seguirle el rastro a un spot que salió al aire hace un par de meses y me llamó la atención. No lo encuentro. Se trata de este grupo de amigas que está reunido, conversando, cuando una de ellas decide contar -con orgullo, hay que decirlo- cómo evitó la tentación de romper la dieta. En una especie de flashback, vemos a este personaje conversando con su novio. Este, le pone en la boca un chocolatito del tamaño de un
noggy (poco más de de 1 cm. de diámetro) y ella, recontra mosca, decide devolvérselo con un romántico beso en la boca. Las amigas, fuera del flashback ya, celebran divertidas y la protagonista de la historia sonrie mientras se lleva a la boca una cucharadita del producto light auspiciado (creo que un "postre", así le llaman, una especie de pudding de chocolate).
¿No es un poquito exagerado lo del bombón-tamaño-noggy? ¡Pucha, ni que fuera un
Toblerone jumbo!.
Otro poco feliz comercial, y de la misma marca, que vale destacar es uno de agua saborizada. Muestra un grupo de amigas charlando en la casa de alguna, cuando en eso la anfitriona viene de la cocina cargando unas 2 ó 3 botellas grandes de agua. No gaseosa, sino una especie de refresco, como la limonada. Las chicas la observan y exclaman horrorizadas, casi como si la hubieran visto traer un container de milkshake y un embudo para cada una. Para tranquilidad de las chicas, la dueña de casa aclara que el agua saborizada esa no tiene azúcar, no engorda y puede tomar todo lo que quiera "sin tener que cuidarse" o medirse. Todas suspiran aliviadas.
Finalmente, el único comercial que sí pude "atrapar" al aire, es el del yogurt con "colchón de frutas":
Hora de almuerzo. Una chica escoge cuidadosamente su porción de frutas, mientras otra toma una hoja de lechuga del salad bar para completar su -¡horror!- terrible, nefasto, barbárico sanguchito de pan integral con jamón, queso y tomate. Chica de las frutas increpa a la chica del sanguchito por su glotonería y la convence de probar el yogurt con colchón de frutas que, no se dejen engañar, saciará su hambre sin hacerla caer en las tentaciones de los malévolos sánguches integrales (insertar grito de película de terror, aquí).
No sé si solo soy yo, pero me parece que este spot sería menos "preocupante" si en lugar del sanguchito de pan integral (no, no me canso de remarcarlo) viéramos un argentinísimo sánguche de milanesa con papas fritas y harta mayonesa. Oink.
Ok. No soy del todo ajena a la preocupación casi irracional por la comida. Hubo una vez en la que contaba el número de vainitas que podía ver en mi plato (doce). Por lo mismo, sé que este tipo de conducta no es saludable.
Ya que estoy tan acostumbrada al estilo humorístico en las propagandas televisivas argentinas, he decidido que prefiero ver estos spots de productos
light desde una perspectiva de comedia. Sí, eso es. Ja ja ja.
Y a propósito de la onda light y del humor, voy a pegar un comercial de Sprite que resume un poco toda esta histeria con las calorías y el peso. Humor ligero. Para no engordar.
Notas:
1.La calidad de los videos es horrorosa. Eso es porque los grabé de la televisión. Ni modo. Es lo que hay.
2.Si no logran ver alguno de los videos, intenten lo siguiente:
para el primer video, clic
aquipara el segundo, clic
acá
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