jueves, agosto 4
La malagua
Sigo con el plagio.
No, no es plagio. Son textos con los que voy tropezando y se me ocurre que no es mala idea guardarlos en este cajón virtual siempre abierto a vista de todo ser humano que pase por aquí, sea por casualidad o por costumbre.
Hoy desperté tarareando una canción y tras bucear por dos horas entre los cds de mp3, encontré lo que buscaba. Puse el cd y tras una breve sesión de karaoke,
(...)oh , here we go again
entering the masquerade
this is the place
dreams will shatter(...)
y una vez satisfecho el antojo de mi oído, tropecé con este otro tema que se titula "Medusa".
Entonces -una cosa lleva a la otra- recordé un breve texto que tenía guardado en ese otro cajón que es mi carpeta en el disco duro de esta pc: un extracto de una nota publicada en el suplemento Dominical del diario peruano El Comercio hace unos años.
Y copio. Y pego:
"(...)Como tanto sufrido ser humano, no obstante, el escritor peruano sobrevive. Dicho prodigio responde a una estrategia biológica: alejarse del país o, por el contrario, encerrarse en sí mismo. Y en ambos casos, por lo común, el escritor peruano se esconde donde nadie pueda encontrarlo. Algunos de nosotros, lo confieso, vivimos ocultos en un cuerpo que flota a la deriva, en las ondulantes carnes de una malagua –llamada también medusa; jellyfish (pez gelatina), le dicen en inglés-, animal repulsivo pero adecuado como habitat, porque no sólo nos aísla y protege del mundo exterior, sino que, merced a su serena movilidad, nos da acceso a la superficie y a las profundidades, al mar abierto y a las orillas, a la mar mansa y al oleaje turbulento. Es un magnífico refugio el cuerpo de las malaguas. La gente sabe que, si se aproxima demasiado, corre el riesgo de sufrir una terrible comezón y acabar cubierto de ronchas. ¿Significa eso que estamos a salvo? No; nadie, en ninguna parte, debería sentirse completamente seguro. (...) Afortunadamente, la malagua, escurridizo celentéreo que evoca a la Medusa –hubiera sonado más elegante bautizar esta teoría con el nombre de esa divinidad griega-, no está siempre asociado a sensaciones de asco y miedo. En aguas limpias, y ubicados a prudente distancia, nos deja ver el maravilloso espectáculo de sus luces y colores. Quienes han buceado y han podido apreciar las coreográficas ondulaciones de esta suerte de hongo gigante ataviado con translúcidos encajes y flecos saben de lo que hablo. Animal sólido y líquido a un tiempo, presencia apacible y temida, la malagua, habitada por nuestros autores y tocada por las musas, tal vez sea un buen augurio de nuestro futuro literario.
Un peligro, eso sí, se cierne sobre nosotros: terminar varados en la orilla. Hay que cuidarse, pues, de ciertas malhadadas corrientes marinas."
El autor es el escritor peruano Fernando Ampuero, el título de la nota es La teoría de la malagua. Narradores peruanos de fin de siglo y fue publicada el 14 de noviembre de 1999.
Me gustó el uso que hizo de la figura de la medusa para explicar parte de la conducta del escritor peruano. No es que me considere escritora, no tengo suficiente descaro ni soberbia para hacerlo, pero la idea de un ser que es a la vez desagradable y bello, que es capaz tanto de lastimar como de encantarnos con sus movimientos, se me hace fascinante.
Claro, el soundtrack aquí no puede ser otro que la canción Medusa de la banda Clan of Xymox, pero como yo no logro sacarme Masquerade de la cabeza, pues esa ocupará su lugar.
Who am I
to make you stay?
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Lo dijo Scavenger Bride y le dejaron